La producción de aquavit es muy parecida a la del vodka o la ginebra, ya que se utiliza un destilado de grano neutro o, en el caso de Noruega, patatas. El aguardiente se infusiona con diversos componentes aromatizantes. Aunque la nota distintiva de la alcaravea es esencial en el aquavit, el eneldo también desempeña un papel preponderante. La normativa de la Unión Europea (UE) estipula la inclusión de alcaravea y/o eneldo, aunque también se utiliza una mezcla de otras hierbas, especias y fragancias cítricas. Este conjunto abarca anís, cardamomo, cítricos (sobre todo naranja, ocasionalmente limón), clavo, cilantro, comino e hinojo. A diferencia de muchas bebidas espirituosas, el aquavit no suele envejecer en barrica, lo que le confiere un tono pálido y permite que la verdadera esencia de las especias empleadas brille inalterada. Noruega, en su estilo característico, se aparta de esta norma madurando el aquavit en barricas de jerez recuperadas, lo que le confiere un tono dorado radiante. Entre las antiguas marcas noruegas de aquavit destaca Linie Aquavit, considerada la más antigua del mundo. Su historia se remonta a 1807, cuando un barco que transportaba aguardiente de patata regresó de las Indias Orientales sin encontrar comprador en su destino. Sin pretenderlo, esto dio lugar a una tradición que perdura hoy: envejecer el aquavit en los viajes por mar. Los aguardientes surcan los océanos durante un viaje de ida y vuelta de cuatro meses desde Noruega a Australia, tras un año de maduración en tierra. Se cree que el suave balanceo de las olas del océano aporta un carácter inigualable al aquavit añejado. En cuanto a su potencia, el aquavit debe embotellarse a un mínimo del 37,5%, aunque lo más frecuente es que alcance niveles del 42 al 45%.